domingo, 22 de junio de 2014

Holanda – Chile.- La Naranja y La Roja luchan para eludir a Brasil


Holanda y Chile son dos de los equipos que mejor fútbol  han jugado en el torneo aunque tampoco ellos escapan a cierta irregularidad que hace que hasta ahora ningún equipo haya jugado los dos partidos en el mismo nivel. En el caso de ellos su mejor rendimiento se produjo contra España y su no tan buen rendimiento contra Australia. España es un equipo que se defiende teniendo la pelota, cuando esa tenencia se vuelve lenta y espesa se incrementan las chances de interrumpir el circuito por parte del rival con una presión intensa. Holanda observó prudentemente la posesión española en el primer tiempo, como tratando de comprobar los rumores de que el  Campeón defensor estaba muy lejos de su mejor forma, cuando se sintió seguro de lo que tenía enfrente entonces se sacó el miedo  y acabó con 6 años de hegemonía española a base de pelotazos, dinamismo, velocidad y el gran momento de su dupla atacante Robben-Van Persie. Chile fue menos contemplativo y atacó la circulación española desde el minuto 1, el gol de Vargas fue un buen ejemplo de una posesión lenta que se pierde y un ataque a fondo, sin dar tiempo a recuperarse que concreta.
Australia no juega con la posesión, no tiene un circuito que presionar y si pierden la pelota no se sorprende ni se desordena. Pagó el nerviosismo del debut contra Chile pasando los primeros 30 minutos llegando tarde a todos los cruces, perdiendo todos los rebotes y siendo espectador de la posesión chilena. Luego se tranquilizaron, ajustaron la marca alrededor de Valdivia y dejaron de ser una presa tan fácil para la presión chilena.  Contra Holanda lo hicieron desde el principio y en ambos casos, con el recurso de los centros cruzados y un delantero veterano que sabe mucho, Tim Cahill, dejaron ver que las defensas son lo más flojo de los equipos que se enfrentan hoy.

Entonces Holanda y Chile juegan un fútbol parecido (ya establecimos que pertenecen a la misma familia), pero los sistemas y las intenciones dependen o varían mucho de acuerdo a los ejecutantes y aquí tampoco hay grandes diferencias. Holanda y Chile tiene recursos humanos similares. Los extremos Robben y Alexis Sanchez son el mejor jugador de cada uno de los equipos. Van Persie no jugará por doble amarilla, en su lugar pueden hacerlo Huntelaar del Schalke (mas probable) o Kuyt del Fenerbahce (menos probable). Contra Australia entro el juvenil Memphis Depay del PSV y marcó pero quizás Van Gaal quiera guardarlo como revulsivo para la segunda parte.  Chile tiene a Vargas, del Valencia. No vamos a volver a decir que es mediocre porque marcó un gran gol ante Casillas pero está claro que no esta al nivel de Van Persie (¿Quién lo está?). Sneijder jugó un poco mejor contra España, con espacios, que contra Australia, sin espacios. Arturo Vidal, lo mismo. El chileno es mejor que el holandés pero hasta el día de hoy sigue entrenándose aparte por su operación y transmite la sensación de que juega al 70% de lo que realmente puede. De allí para atrás no hay grandes ventajas. Un preconcepto cultural puede llevar a pensar que los holandeses “siempre” van a tener mejores jugadores que los chilenos, pero en este Mundial no es el caso. El fútbol holandés no ha tenido una buena cosecha en los últimos años, a diferencia de sus vecinos belgas, y traen un equipo que, mas allá de sus estrellas de ataque, está conformado por jugadores jóvenes de la liga local o veteranos de ligas marginales. Ni siquiera la legendaria Academia del Ajax,  último campeón e histórico semillero de la selección es el que más aporta a este equipo, el más prosaico Feyenoord  tiene más jugadores aquí.

¿Qué los diferencia entonces? Dos cuestiones, la mayor flexibilidad ideológica de Van Gaal y la diferencia de gol. Van Gaal será uno de los padres de este sistema de presión, ataque y buen fútbol pero tiene muchos años en la elite y no come vidrio. Sabe que no tiene la mejor hornada de jugadores holandeses de la historia precisamente y  no tendrá problemas en adaptar y ajustar lo que sea necesario para acercar a su equipo a la victoria, no hará el papelón de Van Marjwiik en la final de Johannesburgo del 2010, pero no le temblará la mano para sacar un atacante y poner un mediocampista si la situación lo pide. Sampaoli, por su parte, parece atrapado en su discurso maximalista y pareciera que se descarta cualquier alternativa que no sea jugar a mas de lo que se juega, aunque a veces no funcione. Y aquí entra el segundo elemento, la diferencia de gol beneficia a Holanda, que con un empate clasifica primero y manda a Chile a jugar con Brasil en octavos, exactamente el mismo escenario del 2010 para los chilenos.  Los trasandinos tendrán mucha fe en su fútbol pero nadie, ni ellos, quieren cruzarse con Brasil en ningún lugar que no sea la final.  

Entonces Chile, por diseño y necesidad, arriesgara mas, dejará mas espacio también para los movimientos de Sneijder y las centelleantes carreras de Robben. Holanda intentará ser mas prudente y no llevará la iniciativa. Los talentos individuales decidirán, en alguna de las muchas ocasiones de gol que suponemos habrá. Todo invita a pensar que será un gran partido. 


Holanda: 2 Chile: 1

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